Hakodate

Los lamentos de los moribundos

Bronnie Ware (2009)

Durante muchos años trabajé en cuidados paliativos. Mis pacientes eran aquellos que se habían ido a casa a morir. Compartimos momentos muy especiales. Yo estaba con ellos en las últimas tres a doce semanas de sus vidas.

La gente crece mucho cuando se enfrenta con su propia muerte. He aprendido a no subestimar la capacidad de crecimiento. Algunos cambios eran fenomenales. Cada uno experimentaba una variedad de emociones, por supuesto, negación, miedo, ira, remordimiento, más negación, y finalmente aceptación. Cada uno de los pacientes encontró la paz antes de partir, cada uno de ellos.

Cuando se les preguntó si tenían algún arrepentimiento o algo que habrían hecho diferentemente, surgieron temas comunes una y otra vez. He aquí los cinco más comunes.

1. Me gustaría haber tenido el coraje de vivir una vida más fiel a mi mismo, no la vida que otros esperaban de mi.

Este fue el lamento más común de todos. Cuando la gente comprende que su vida está casi terminada y mira al pasado claramente, les es fácil ver cuantos de sus sueños no se han cumplido. La mayoría de las personas no habían cumplido ni la mitad de sus sueños y murieron sabiendo que fue debido a opciones que habían tomado o no habían tomado.

Es muy importante tratar de cumplir al menos algunos de tus sueños en el camino. Desde el momento que pierdes tu salud es demasiado tarde. La salud te da una libertad de la que pocos se dan cuenta, hasta que ya no la tienen.

2. Me gustaría no haber trabajado tanto

Escuché esto de cada hombre que cuidé. Se perdieron la niñez de sus hijos y la compañia de su pareja. Las mujeres también tenían este arrepentimiento. Pero como la mayoría era de una generación mayor, muchas de las pacientes no eran las principales proveedoras de sus familias. Todos los hombres que cuidé lamentaron profundamente haber pasado tanto tiempo pendientes de su trabajo.

Simplificando tu estilo de vida y tomando decisiones conscientes, es posible vivir sin los ingresos que crees que necesitas. Y creando más espacio en tu vida, vives más feliz y más abierto a nuevas oportunidades, más adecuadas a tu estilo de vida.

3. Me gustaría haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos

Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con otros. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca se volvieron quienes realmente pudieron ser capaces de haber sido. Como resultado, muchas personas desarrollaron enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiendo.

No podemos controlar las reacciones de otros. Sin embargo, aunque al principio la gente puede reaccionar mal cuando hablas honestamente, pero al final la relación sube a un nivel nuevo y más sano. Eso o se acaba la relación poco saludable. De cualquier manera, ganas.

4. Me gustaría haberme mantenido en contacto con mis amigos

A menudo no comprendían realmente las ventajas de viejos amigos hasta las últimas semanas de sus vida y no fue siempre posible ubicarlos. Muchos estan tan atrapados en sus propias vidas que habían descuidado preciosas amistades durante los años. Había muchos profundos arrepentimientos sobre no dar a sus amistades el tiempo y enfuerzo que ameritaba. Todo el mundo extraña sus amigos cuando se están muriendo.

Es común para cualquier persona en un estilo de vida ocupada descuidar a sus amistades. Pero cuando afrontas la realidad de tu muerte inminente, los detalles físicos de la vida se vuelven menos importantes. Ellos quieren poner sus asuntos financieros en orden si es posible. Pero no es ni el dinero ni el estatus social lo que es importante para ellos. Quieren poner en orden las cosas más para el beneficio de aquellos que aman. Aunque generalmente, están demasiado enfermos y cansados para esta tarea. Al final, todo se reduce al amor y las relaciones con otros. Eso es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones con otros.

5. Me gustaría haberme dejado ser más feliz

Este arrepentimiento es sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final que la felicidad es una opción. Se habián quedado atrapados en las viejas costumbres y hábitos. Sus emociones y sus vidas físicias estaban llenas de la llamada "comodidad" de la familiaridad. Porque temían cambiar, mintieron a otros, y a si mismos, pretendiendo que estaban contentos. Cuando en lo profundo, deseaban reir verdaderamente y tener tonterías en sus vidas otra vez.

Cuando estás en tu lecho de muerte, lo que otros piensan de ti está lejos de tus pensamientos. Que maravilloso poder liberarte y sonreír de nuevo, mucho antes de que te estes muriendo.

La vida es una opción. Es TU vida. Elige conscientemente, elige sabiamente, elige honestamente. Elige la felicidad.



Original article: Regrets of the Dying



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